[Archivo Eulàlia Bas Dalí]
Domènech, fueron de viaje a París, donde adquirieron el
juguete que se convirtió en el preferido de sus hijos: Salvador,
de 6 años y que familiarmente llamaban Vadoret,
y Anna Maria, de 2 años.
padres de Salvador y Anna Maria Dalí, el dia
de su boda [Archivo Felip Domènech].
recuerdo un osito de peluche fabricado por
la marca alemana Steiff. Fundada en
1880 per Margarete Steiff, es una
empresa de juguetes de alta calidad
que actualmente sigue en activo.
[Archivo Josep Maria Joan Rosa].
que lo consideraron parte de la familia. Lo sentaban en una pequeña silla,
vestido y a veces con un sombrero, acompañando la vida diaria de la familia,
incluso durante las comidas.
Fotografía de Joan Xirau tomada en el estudio
del pintor en Figueres [Archivo Museu del Joguet
de Catalunya-Figueres].
Residencia de Estudiantes de Madrid, a conocer Figueres y el Empordà.
Tal com explicaba Anna Maria en sus memorias, "Federico también adoptó a
Osito como mascota, porque enseguida se dio cuenta que aquel juguete
entraba en casi todos nuestros juegos y bromas".
Y yo le respondí: “Osito”. Por su gran parecido con el
dramaturgo Eduardo Marquina dijo: “deben ser parientes”.
Federico lo bautizó “Don Osito Marquina”.
“Como estaba siempre con nosotros, aparece en algunas
fotografías de aquella época. Federico lo escondía en los
lugares más inverosímiles y le divertía verme buscarlo
inútilmente por todas partes.”
entre Anna Maria y Salvador Dalí con Federico García Lorca.
El poeta le escribió diversas cartas y postales.
cosa de Marquina y diciéndome que casi me habéis olvidado pero que él no
puede olvidarme por la admiración que me tiene y por lo bien que lo he tratado.
Dentro de unos días le mandaré un bastón. te ruego se lo digas. Saluda a tu
hermano el tontito (¿sabes?) ¿chabes?
Recuerdos a tu padre y tu recibe el mejor recuerdo y el cariño de tu amic.
Escríbeme y cuéntame lo que pinta tu hermano.
¡Envíame las fotos! ¿no quieres?
A don Osito Marquina le contestaré muy pronto.
Es mono y remono.”
FEDERICO
el viaje de Figueres a Cadaqués, con Federico García Lorca, a inicios de 1927.
El poeta recibió en Figueres el primer ejemplar de su libro "Canciones 1921-1924"
y decidió ir a Cadaqués a mostrarlo a Anna Maria y gastarle una broma.
Justo antes de llegar a la casa de los Dalí, instaló el osito en el asiento posterior
del taxi, de tal manera que parecía que el juguete había viajado solo.
La sorpresa fue para Anna Maria, que esperava ilusionada a García Lorca,
cuando encontró su querido osito.
las huellas de Anna Maria y de dos artistas
universales del siglo XX, al sobrevivir a la infancia
de sus dueños, traspasó la frontera de su tiempo
y esta feliz circunstancia permite que hoy
podamos admirarlo en el Museo del Juguete
de Cataluña en Figueres."