Ca | En | Es | Fr | Zh-hans

Historia del edificio

Historia del edificio

De 1999 a la actualidad

Desde finales del siglo pasado, el Museo ha seguido recibiendo numerosos galardones, como el Premio Nacional de Cultura Popular de la Generalitat de Catalunya (1999), en reconocimiento a los trabajos de conservación y divulgación de la cultura popular; la Cruz de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya (2007); el Premio IPA España de la Asociación Internacional por el Derecho del Niño a Jugar (2009), y diversos certificados de excelencia de organismos o instituciones internacionales.

 


1995-1998

Si bien hasta aquel momento el Museo era de carácter privado, la creación de la Fundación Museo del Juguete de Cataluña comportó la cesión gratuita de todo el fondo a la nueva entidad. Durante aquel período, se llevaron a cabo las obras de reforma y acondicionamiento del edificio, hasta que el 12 de diciembre de 1998 el Museo abrió definitivamente sus puertas.


Museo del Juguete de Cataluña

El 18 de junio de 1982 se inauguró la sede del Museo del Juguete de Cataluña en los locales del antiguo hotel gracias a la colaboración de Lluís Duran. Situado en un entorno inmejorable, el nuevo equipamiento consiguió posicionarse muy pronto dentro de la oferta cultural de Figueres y convertirse en uno de los más activos y populares del municipio. Ya en su primer año de vida, alcanzó la cifra de 20 000 visitantes. Joan Brossa decía de él que era «el mejor museo del Empordà».


El camino hacia la decadencia

El estallido de la Guerra Civil dio al traste con la brillante trayectoria del hotel, que se vio abocado a un progresivo descenso de la calidad que comportaría su cierre a finales de la década de los setenta. Uno de los episodios más controvertidos que se recuerdan de aquella última etapa del hotel fue el ocurrido el 20 de octubre de 1943. El brigadier Reginald Miles, un militar condecorado del ejército neozelandés que había huido de un campo de concentración italiano, fue hallado muerto en su habitación. Aunque la historia oficial apuntaba al suicidio debido a una depresión, se especuló que podría haber sido asesinado por espías alemanes o del régimen de Franco.


Gran Hotel París

La necesidades de adaptación a los nuevos tiempos y otros menesteres obligaron a emprender una ampliación. La intervención arquitectónica de Pelai Martínez Paricio, que construyó una nueva planta encima del comedor, transformaría para siempre el aspecto del edificio. 


Hotel París

Una descendiente de la familia Terradas, Margarita Terradas, y su marido, Francisco Lagresa, transforman el edificio y lo convierten en un referente de primer orden en el campo de la hostelería: el Gran Hotel París. Se inicia entonces una era dorada de espléndidas comidas y cenas en el restaurante, memorables Nocheviejas y visitas de personajes ilustres como Josep Pla o Francesc Macià. El gran rótulo  que aún permanece en la fachada es un homenaje a la historia del hotel.


La Casa Terradas

Los Albert i Terradas, una importante familia ampurdanesa procedente de Vilabertran, encargaron la construcción de la casa solariega en 1767. El elegido para realizar la obra fue Pedro Martín Zermeño, ingeniero militar distinguido con honores por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que, durante su estancia en Figueres, proyectó también el castillo de San Fernando. De aquella mansión todavía se conservan el portal de entrada, una parte de la fachada, un triple espacio interior y la escalinata de acceso al primer piso.


;