Estos guantes de boxeo de juguete de 1929 fueron fabricados artesanalmente con cuero y fibras vegetales por encargo del mítico púgil Josep Joan Gironès, conocido como el crac de Gràcia, al saber que iba a ser padre. Como que el bebé fue niña, los guantes quedaron guardados en una caja.
Cuando estalló la Guerra Civil, Gironès, que había sido campeón de Cataluña, de España y en varias ocasiones de Europa en la categoría de peso pluma, ya retirado, ingresó en el cuerpo de policía y fue destinado como escolta personal del presidente de la Generalitat, Lluís Companys. Finalizada la guerra, fue internado en los campos de concentración de Argelers y de Bram y finalmente se fue al exilio a México. Su familia se quedó en Barcelona. Con su esposa encarcelada y su hija viviendo con sus abuelos, su domicilio fue ocupado por una familia falangista que espolio todos sus bienes familiares. Afortunadamente los guantes se conservaron escondidos y setenta y cinco años más tarde del nacimiento de aquella niña, Dolors Joan Vilella, los donó al Museo
2024 Museo del Juguete de Cataluña –