En el Museo tenemos un espacio dedicado a la infancia y la adolescencia del que es seguramente el figuerense más internacional: el pintor Salvador Dalí Domènech (1904-1989). Se trata de una crónica con imágenes que engloba los veinte primeros años del joven Dalí y que contiene referencias a sus padres, a su hermano y a su hermana, a Salvador, a su familia, a sus estudios y a sus primeras exposiciones y colaboraciones editoriales. Es también una evocación de Figueres y de Cadaqués, un recuerdo de la ciudad y el paisaje marinero de aquellos años.

Salvador Dalí Cusí, padre del pintor y hombre de carácter fuerte y extravagante, era un personaje conocido, tanto en Figueres como en Cadaqués, a principios del siglo xx. Era el notario de Figueres. En sus primeros años, el genio ampurdanés tan solo era el hijo del notario. A pesar de que la familia de Salvador nunca creó un álbum fotográfico, les gustaba hacerse retratos, y esa es la razón de que se conserven tantas imágenes del periodo 1900-1928. Las fotografías provienen de diversos archivos de la familia Dalí y de la familia Domènech, y también de algunas amistades de su círculo más íntimo.

La pieza más destacada de este ámbito es Don Osito Marquina, el osito de la marca Steiff que los padres Dalí adquirieron para sus hijos Anna Maria y Salvador en 1910 durante un viaje a París. Fue el juguete más querido de la familia Dalí y debe su nombre al poeta Federico García Lorca, que desde Granada escribía emotivas cartas a su osito favorito.

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